Dragon Tour + Maple, Nasti y Siroco, una a medias y la otra llena.
Viernes noche y dos bandas del sello BCore dispuestas a quemar Madrid
Por un lado, Half Foot Outside como parte principal del Slide Chorus
Festival
Del otro, Maple desde Barcelona directos a la Siroco para despedirse
de
Madrid en este año de giras y actuaciones sin tregua.
Con la puntualidad en mente y la Mahou en la mochila llegábamos a la
sala Nasti para presenciar una nueva edición del Slide Chorus Festival.
Y con ganas de disfrutar, entre caras conocidas, y por conocer.
Comienza: Spit. El planteamiento de esta banda sigue siendo el mismo
que
cuando tocaban gratis y a turnos en el Jazz Madrid haya por el ¿97?:
Punk y
diversión. El trío madrileño, más cercano cada vez
a las melodías a lo
Green Day (sin tomar esto como reproche), aunque sin olvidar imprimir
suciedad al sonido, fueron desgranando alguno de sus himnos juveniles del
Unlucky In Love. Going Nowhere, Princess In A Hidden Place, La Máquina
del
Tiempo, inyectando en cada acorde enérgica alegría al ambiente
(y más con
un par de cervezas en el cuerpo). La gente estaba rígida, lo que condicionó
esta actuación, pese a los esfuerzos de Spit por conservar la
actitud. Aun
así, el que quiso, disfrutó. Song For Broken Hearts presentada
como 'tema
viejo' y despedida anunciando una última canción, para hacer al
final dos,
Point Of View y When You Left Me, para el deleite de quien gustase.
Al rato, cumpliendo estrictamente horarios a ver si nos van a poner ya el
tecno pop, No Toxic Pipe venían a continuar por el lado más
californiano
del punk. Con un planteamiento más 'moderno', esta joven banda fue
ejecutando un estilo que en ocasiones se acercaba a Strung Out intentando
mostrarse más fieros en otros momentos, sin llegar a motivos excesivamente
hardcore (es decir, no llegaban ni a Good Riddance). A estas alturas,
el
público empezó a involucrarse algo más. Y así se
pudo ver a los muchachos
de NTP dándose vueltas por los presentes y haciendo pogos cuando
se
presentaba lo ocasión. Más gente para ellos y más animación
que en Spit,
toda una suerte.
Y para completar el Slide Chorus Festival, Half Foot Outside.
La banda de
Pamplona venía a poner la nota cualitativa a la cita. Por segunda vez
en
Madrid desde el lanzamiento de su cuarto larga duración, It's Been
A Hot
Hot Summer, y calentitos comenzaron el concierto. Aplicando toda la
energía que los caracteriza y sin ningún tipo de concesiones,
consiguieron
desde el primer acorde un sonido tremendo de guitarras melódicas y pura
fuerza en la onda de bandas del power pop más sucio y veloz. Lástima
que
sólo pudiésemos ver sus dos primeras canciones, que por cierto,
bordaron
los cuatro, porque nos teníamos que ir corriendo a la Siroco que
empezaba
Maple...
Tras una breve carrera por las calles de Madrid llegamos a la sala Siroco con
la incertidumbre de si Maple habría comenzado. Pero lo único
que se oía desde
arriba eran los murmullos de la gente, habíamos llegado justo a tiempo.
En
menos de dos minutos los de Barcelona comenzaron su actuación con la
sala
a tres cuartas de entrada y la gente muy pegadita a las primeras filas. Se olía
emoción en el ambiente, y es que estos chicos es lo que trasmiten. Con
Laura
escondida tras su micrófono comenzaron algo taimados, pero pronto se
soltaron
la melena. Haciendo canciones de su último disco sobre todo, con la gente
entregada y cómplice, fueron desarrollando un directo apasionante en
el que se
fueron sumergiendo más y más a medida que veían como la
gente satisfecha
no podía dejar de aplaudir y jalear a la banda entre canción y
canción. El grupo
metido totalmente en su música, Laura trasportándonos con su voz
a paisajes
melancólicos unas veces y agresivos otras. En definitiva, Maple. Y es
que
estos chicos han crecido mucho, en calidad y en expresividad, en emociones,
y en estilo propio, que es importante. Cayeron temas para no olvidar como It's
The Time Of Your life, The Daily Charm o For You.Hubo también
tiempo para acordarse de HFO, y del cumpleaños de Diana de Liquid Sun.
El público y el grupo en comunión y avanzando hacia el final.
Si su disco
es posiblemente uno de los mejores del año, su directo sin duda entra
en ese
rango. Y al final, la gente pidiendo más hasta hacerles salir en repetidos
bises.
En uno de ellos nos regalaron el preciosismo de Once I Found You, a corazón
abierto. Y tanto pedía la gente que casi les dejaron sin repertorio de
directo.
Hacía mucho tiempo que no veía en Madrid al público tan
entregado con un
grupo, ni al grupo corresponder de esa manera.
Acabada la actuación, el grupo quedó rodeado de gente que quería
acercarse
a darles la enhorabuena y a conseguir alguna firma en lugares variopintos.
Una noche que muchos tardaremos en olvidar. El éxito de la sinceridad.