Cumpliendo horarios estrictamente, abrieron brecha Peluze cuando aún no era de noche, y cuando aun no pasaban de cincuenta los asistentes a la cita. El trío de Fuenlabrada fue desgranando un set formado por canciones que ya podíamos escuchar en su primera maqueta así como temas que estarán incluidos en su debut discográfico. Confirmando que el directo es el principal baluarte de su sonido, volvieron a mostrarse como una joven banda que dará más de una alegría a la afición. Un corto repertorio debido a la exigencia horaria, dejó satisfecho al público presente, teniendo los mejores momentos en Emergency Exit Only, Push To Open And Sound Alarm, Miss You o Heroes. Mae, Miguel y César imprimieron mayor fuerza al sonido, velocidad y gotas de experimentación cuando la ocasión lo permitía. Para redondear la actuación, Stereotalks sonando como single para el recuerdo. Sin vergüenza, Peluze se afianza en su estilo, cargado de enérgico pop al corte inglés y sin descuidar incursiones en la búsqueda de profundidad estructural, llegando hasta el otro lado del Atlántico en su gama de sonidos. Excelente aperitivo para la velada.

Al poco, los cuatro de Nueva York entran en escena, con muchas ganas. Dando una soberbia lección de actitud sobre un escenario, el poco público que allí había pudo contemplar un verdadero derroche de fuerza melódica, simpatía, entrega y sudor. Con un set compuesto principalmente por los temas de su reciente Get Saved, potentes riffs perfectamente sincronizados se combinaban con pequeñas dosis disonantes para hacer de Pilot To Gunner en directo una potente banda de rock sin apellidos. Demostrando lo aprendido al lado del gran Jay Robbins, sin ningún complejo y con más tablas de las que acredita su corta carrera, no fallaron ni un solo guitarrazo o golpe de batería. Concentrados y a la vez disfrutando, entre las mejores de la noche estuvieron Get Saved y Hey Carrier. También tocaron alguna de su primer trabajo, pero su corto concierto no dio para mucho más. Cerrando con su verdadero hit, Barrio Superstarrio, en un duelo vocal lleno de velocidad y complicidad, moviéndose eléctricamente, sabiéndose ganadores de la noche, cerraban con la más aceptada de sus composiciones. Pero les esperaba una grata sorpresa; El público pidió más, y la banda agradecida salió a tocar un bis no planeado.

En Nueva York no están solo los Strokes en esto del rock. Pilot To Gunner dejaron el disco muy pequeño en un incendiario concierto, breve pero con una alta dosis de intensidad en cada tema.